Estos días son días de libertad, donde las compras, las fiestas están a la orden del día, así como también lo que comemos. Cenas de navidad, invitaciones, salidas, no paramos de comer sin ponerle límites a lo que comemos, lo que hace que tarde o temprano se recienta nuestra salud bucodental. Azúcar, elementos que tiñen los dientes o alimentos duros que pueden afectar nuestra dentadura, nos acompañan cada noche estás navidades. “Un turrón después de un cafecito no nos hará daño verdad” cuantas veces hemos escuchado esa frase en nuestra cabeza, pero ¿cómo afecta nuestra boca todos estos excesos?
En este artículo describiremos de manera sencilla lo que ocurre en nuestra boca, para que toméis nota sobre que podéis o no podéis comer o reducir el consumo de dichos alimentos:
Los dulces:
Galletas, turrones, mazapanes, polvorones, tartas, están llenos de azúcar, son pegajosos y en algunos casos, como el turrón, son muy duros lo que nos pueden producir pequeñas fracturas en el esmalte de los dientes, además de caries, pero no se trata solo de la cantidad de azúcar que poseen sino también su textura, siendo está blanda y espesa se quedan pegados en los dientes lo que nos hace difícil en algunos casos despegarlos de nuestra paredes dentales, siendo un lugar para el desarrollo de bacterias.
Las bebidas
Es sabido que el vino tinto mancha nuestros dientes además el ácido reduce la producción de saliva en nuestra boca.
Bebidas carbonatadas además de la gran cantidad de azúcar, las burbujas que producen los gases y la acidez pueden erosionar el esmalte dental. La cantidad de exceso en en el café y en el vino (además de teñir nuestros dientes) contienen elevada acidez, lo que provoca deshidratación de las mucosas de la boca por la reducción de flujo de saliva, lo que hace que las bacterias se reproduzcan con mayor libertad.
Los salados
Ya llegado a este punto del articulo pensaréis, pues comeré salado así evito problemas en mi boca, pero no os confiéis, todo en exceso y sin el cuidado necesario también nos puede ocasionar problemas dentales. Las carnes pueden tener fibras que se alojen con mucha facilidad en los espacios interdentales (por ello la recomendaciones de los dentista de utilizar hilo dental y una buena cepillada después de cada comida). Seguimos con los mariscos donde muchas personas utilizan la dentadura para partir determinadas piezas (patas de cangrejo, nécoras, bueyes de mar) lo que aumenta el porcentaje de romper alguna pieza dental, dañar los empastes o partir la ortodoncia.
Tomad nota, cómo veréis aquello que nos parece inofensivo a nuestra salud bucodental, puede crear patologías dentales que pueden terminar en caries, tratamientos a largo plazo o en el peor de los casos, en la perdida de piezas dentales.
Toma en cuenta nuestro escrito, evita o minimiza el consumo de alimentos que pueden producir problemas dentales y visita varias veces al año al dentista, una visita a tiempo puede evitar males males mayores.
Fuente: Sánitas, The Objetive