Los dientes de leche pierden sus raíces antes de desprenderse. Se debe a que, cuando el diente se cae, células especializadas reabsorben la raíz que los fija al hueso hasta que el diente se afloja. Se trata de un mecanismo muy importante, ya que los dientes de leche resultarían demasiado pequeños y débiles para las necesidades de un adulto, hasta aquí todo bien, pero…
¿Cómo explicarle esto a un niño y cómo evitar que pase miedo a la hora de perder un diente?
Así nace este cuento del Ratoncito Pérez, en el siglo XIX (1894) escrito por Luis Coloma Roldán, periodista, sacerdote y miembro destacado de la Compañia de Jesús y miembro de la Real Academia de la Lengua Espaсola.
Cuenta la historia que escribiera un cuento para el Rey Alfonso XIII, que entonces tenía 8 años, porque se le cayó un diente. El niño nació cuando su padre ya había muerto, fue un hijo póstumo y el rey más joven que ha habido en la historia. El Rey Alfonso XIII era un niño un poco miedoso y recientemente había perdido un diente. Su madre la Reina María Cristina era la Regente hasta su mayoría de edad y le llamaba a Alfonso cariñosamente Bubi.
Al autor Luis Coloma, se le ocurrió la historia protagonizada por el rey Bubi. En este cuento se narra el maravilloso viaje que realiza el pequeño Bubi convertido en ratón de la mano del Ratón Pérez para que conociese como vivían sus pequeсos súbditos, algunos muy pobres como el niño Gilito. Bubi aprendió valores como la valentía, el cuidado de sus súbditos y la generosidad.
Les dejámos una pequeña sinopsis sobre este maravilloso cuento:
“…El pequeño Ratón Pérez vivía dentro de una caja de galletas en el almacén de la confitería Prast, en la Calle Arenal número 8 de Madrid, y desde ahí todas las noches se recorría la ciudad, esquivando a los gatos, visitaba las casas de los niños pobres a los que se les había caído un diente y dejaba a cambio de ese diente una moneda bajo la almohada…”
El cuento es más largo por ello no podemos ponerlo todo, pero os recomendamos buscarlo ya contarlo a vuestros niños, esto les dará una visión diferente de la perdida de sus dientes de leches.
Fuentes: Museo del Ratoncito Pérez | Instituto Cervantes | Ancar | Guía Infantil